domingo, 17 de julio de 2011

Capitulo 5. ~You've made me who I am~

[Demasiado tarde. Me acababa de llevar por delante un pila de vasos y platos amontonados que no deberían de haberse interpuesto en mi camino.
Yo: ¡Lo siento! --- exclamé saliendo por la puerta.
Estaba impaciente por ver a Christian, y, bueno, para qué negarlo, a Patricia.]

Yo: ¡Venga Kenny! ¡Lo vamos a perder!
Kenny venía por detrás jadeando.
Kenny: No sé por qué te has empeñado en coger el metro.
Yo: No sé, me siento bien, me siento nuevo. Ya no me acordaba qué se sentía al coger el metro. Por cierto, recuérdame que no lo vuelva a coger.--- dije mientras me colocaba bien la gorra y las gafas.
Kenny: Tranquilo, que no se me olvidará.
Yo:¡Joder! ¡Ya lo hemos perdido! ¡A esperar cinco minutos!
Kenny: ¡Chico, qué impaciente!
Yo: Es por Christian, tengo ganas de verlo.--- Y bueno, para qué negarlo una vez más, Patricia también estaba en mi mente.
Kenny no me creyó mucho, pero lo dejó estar.
Llegó el siguiente metro y me monté el primero, no lo quería volver a perder. Sí, lo reconozco, estaba más impaciente que mis fans antes de un concierto. En cierto modo, parecía un loco de esos de los montes.
El metro paró y me levanté como una exhalación.
Yo: ¡Kenny!¡Esta es nuestra parada!--- grité.
Todo el mundo me miró raro y Kenny hizo como si no me conociera. Yo también habría hecho lo mismo la verdad. Una señora se levantó también y casi me pego de hostias con ella por salir primero, menos mal que Kenny está para lo bueno y para lo malo.
Salimos a la superficie y a lo lejos pude diferenciar el hospital.
Kenny: Justin, por lo que más quieras, no eches a corr…--- sus paradas quedaron en el aire, ya que salí disparado en cuanto tuve ocasión.
Llegué a la puerta del hospital y recuperé un poco el aliento. Espere a Kenny unos minutos, ya que estaba que se moría.
Kenny: Maldito el momento en que acepté venir.
Yo: Calla y entra.
Hablé con la recepcionista y me hizo quitarme las gafas y la gorra para demostrar que era Justin Bieber. No le bastó con mi D.N.I, no.
Nos acompañó a la planta de pediatría. Hicimos el mismo recorrido que el día anterior, pero esta vez las visitas fueron un poco más rápidas, menos con Nicole y Nick, que eran encantadores.
Por fin llegamos a la última habitación. Toqué suavemente a la puerta, y al ver que no contestaban, abrí. No había nadie.
Kenny: Guau, no me habías dicho que Christian era invisible.--- dijo entrando en la habitación.
Yo me quedé en la puerta algo pillado.
Patricia: ¡Bu! --- gritó en mi oído.
Me giré y ahí estaba ella: con sus increíbles ojos verdes, su larga melena rubia y su maravillosa sonrisa. Dudé en qué hacer, cómo saludarla, pero ella se me adelantó y me removió el pelo. Acto seguido pasó de mi cara y entró en la habitación.
Kenny: Ahora lo entiendo todo….
Salí de mi empanamiento y observé cómo Kenny me miraba pícaro.
Puse cara de “No es lo que piensas”.
Patricia se acercó a Kenny y se presentó.
Alguien me pegó un puñetazo en el brazo. Christian se encontraba a mi lado.
Yo: ¡Bro!--- le abracé.
Kenny dirigió su mirada a nosotros.
Kenny: ¡Little Beadles! ¿Qué te ha pasado? ¿Estás algo roto, no?--- rieron.
Chris: Ya sabes, un accidente y silla de ruedas temporalmente. Típico.--- Le guiñó un ojo.
Kenny: Se te ha echado de menos.--- se acercó a él y lo abrazó.
Yo: No hace falta que lo jures.--- me uní al abrazo.
Patricia: Sí claro, y me quedo yo sola, ¿no? ¿Es una conspiración contra mí?
Reímos.
Yo: Calla, tonta.--- le hice un gesto para que se uniera.
Ella se acercó sonriendo y apoyó un brazo en Kenny y otro en mí. Escalofrío.
Patricia: Bueno, y ahora que estamos en corro tipo reunión súper secreta, os contaré mi plan.
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Bueno, aquí están. Tengo bastantes capítulos hechos, así que iré subiendo ¿Me podríais recomendar? Tengo muuuy poquitas lectoras:(
Pedid el siguiente capítulo preciosas <3

Capitulo 4. ~You've made me who I am~

[Scootter se calló de golpe y me miró asombrado.
Scootter: ¿Qué?--- dijo sin salir de su asombro.
Yo: Que me quiero quedar. Mañana volveré al hospital.]

Scootter: Vaya.. eso… ¡vaya! Primero sonriendo, ahora esto…¿Seguro que eres Justin?
Yo: Eso espero.
Scootter: Bueno, vale, quédate si es lo que quieres.---intentó mostrarse indeferente.
Lo conocía muy bien. En el fondo estaba que daba saltos de alegría. ¿Su chico visitando un hospital dos días consecutivos? ¿Qué mejor publicidad? Él sólo pensaba en la imagen, la imagen y si eso… algo de imagen.
Scootter salió de la habitación y yo le seguí, quería cenar algo. Pasé por la habitación de Kenny y se apuntó al plan. Bajamos por el ascensor. Tenía claustrofobia, pero estaba intentando vencer al miedo. Llegamos al buffet.
Kenny: ¿Qué? ¿Preparándote para tus vacaciones?--- dijo poniendose un filete en el plato.
Yo: No, nos vamos a quedar aquí unos días.--- cogí un trozo de pizza.
Kenny me miró asombrado.
Kenny: Mmmm… ¿Qué estás tramando?
Reí.
Yo: ¿ Porque me quiera quedar unos días tengo que estar tramando algo?
Kenny: Exacto.
Yo: Vale, te lo confesaré…--- hice un gesto de que se acercara y miré a mi alrededor.
Kenny hizo lo mismo y acercó su oído.
Yo: Me he aliado con unos terroristas y mañana vamos a poner una bomba en el hospital.--- susurré.
Kenny me miró asustado. Intenté mantenerme serio, pero su cara de miedo era irresistible. Solté una carcajada de las que hacía tiempo que no soltaba. Enseguida me pegó un puñetazo en el hombro.
Kenny: Veo que Justin y su sentido del humor han vuelto.. Ahora en serio, cuéntame qué ha pasado.
Yo: He encontrado a Christian.
Kenny: ¿A Little Beadles? ¿A nuestro Christian?
Yo: El mismo.
Kenny: ¡Eso es fantástico!¿Dónde está?
Yo: En el hospital.
Kenny: ¿En el hospita? ¿Qué le ha pasado?
Yo: Ven conmigo mañana y lo sabrás.
Seguimos la velada entre risas y bromas y finalmente subimos a nuestras habitaciones. Me tiré en la cama exhausto y al minuto acabé dormido. Había sido un gran día.
Al día siguiente me despertó Kenny. ¿Cómo? Pues como solía hacer en los viejos tiempos: tirándose encima de mí y cantando “Baby”.
Me vestí rápidamente y bajamos a desayunar haciendo una carrera. Me llevé por delante a cinco o seis mujeres, una de ellas mi madre, pero gané.
Me cogí un café y nos sentamos en una mesa apartada a desayunar sin sobresaltos. A los pocos minutos se incorporó mi madre.
Mamá: Hola cielo.--- me dio un beso en la frente.--- Me encanta verte con tanta vitalidad, mi amor.--- sonrió como ella sólo sabe hacer.--- Hola Kenny.
Kenny y yo: Hola mamá.
Mamá: ¿Dónde vais tan temprano?
Yo: Al hospital.
Mamá me miró extrañada, pero a la vez con un brillo en los ojos.
Mamá: Eso está muy bien, cielo. Ya me contarás.
Seguimos desayunando y riendo. Noté cómo mi madre me miraba de reojo y sonreía. Supongo que aún no se había acostumbrado a verme constantemente sonriendo.
En cuanto terminé de desayunar, me levanté de la silla y arrastré a Kenny a la salida, no sin antes darle un beso a mi madre.
Yo: Adiós mamá. Luego vendremos.--- y salí corriendo seguido de Kenny.
Mamá: ¡Cuidado!--- gritó.
Demasiado tarde. Me acababa de llevar por delante un pila de vasos y platos amontonados que no deberían de haberse interpuesto en mi camino.
Yo: ¡Lo siento! --- exclamé saliendo por la puerta.
Estaba impaciente por ver a Christian, y, bueno, para qué negarlo, a Patricia.

Capitulo 3. ~You've made me who I am~

[Arg, no la aguantaba. Y ella era el motivo de muchos de los problemas que actualmente tengo y que ahora os contaré...]

Llegamos al hotel y bajé del coche arrastrando los pies. Esa llamada de Selena me había amargado el día.
Por el camino hacia mi habitación recordé ese día...

Se abrió la puerta y apareció mi mejor amigo, Christian.
Yo: Ey, bro.--- esperé a que me saludara con nuestro saludo, pero en lugar de ello estaba con la cabeza agachada.--- ...¿Estás bien?
Chris: Sabes perdectamente cómo estoy.
No entendía nada. ¿Qué mosca le había picado?
Yo:No, Christian. No sé de qué me estás hablan... --- no me dejó acabar, me empujó bruscamente contra la pared.
Chris: Sí, sí que sabes de qué hablo.
Entonces caí.
Yo: Oh, no... ¿Es.. es por ella?
Chris: Oh dios mío, eres más listo de lo que esperaba. ¿Cuándo coño pensabas contarme que estabas con Selena?
Yo: Se te pasará.--- dije zafándome de sus brazos y pasando un poco del tema.
Chris: Cállate, estúpido. Sabes perfectamente que estaba y estoy loco por ella. ¡Lo sabes perrectamente! ¿Lo hiciste para joderme? Porque lo parece, de verdad que lo parece.
Yo: Se siente, bro. Está pillada, haber sido más rápido
Christian me miró con cara de desprecio.
Chris: No me llames bro, ya no lo somos. Tú no eres Justin.. no sé quién coño eres..
Yo:¡Dejad de repetirme que he CAMBIADO, JODER! --- A cada palabra que decía subía más el tono.
Christian me miró con miedo.
Chris: Ni siquiera la quieres.. es por esa estúpida imagen..--- me miró decepcionado y salió de la habitación.
Supe que lo había perdido, había perdido a mi mejor amigo, el único chico que me quedaba de mi vida normal, el único que conseguía que mantuviera los pies en el suelo.

Recordando, acabé en mi habitación. Yacía en la cama mirando al techo. Una lágrima cayó por mi mejilla. Selena sólo me hacía mal. Ni siquiera habíamos compartido unas buenas risas en el año que llevábamos juntos. Yo.. Yo llevaba bien la fama hasta que apareció ella. Ella siempre huía de cámaras, de fans… Ella siempre huyendo de lo que le había proporcionado su fama. Y yo.. supongo que me acostumbré a su modo de vida. Ese fue mi error.
Empecé a recordar el día en que mis beliebers dijeron que había cambiado, que ya no era yo, que se sentían decepcionadas porque estuviera saliendo con Selena. Ese día.. ese día fue uno de los peores días de mi vida. Estuve todo el día metido en la habitación, sólo, sin nadie que me pudiera consolar ya que había perdido a Christian. Mi vida, mejor dicho, mi sueño dejó de tener sentido el día en que dejé entrar a Selena en mi vida. Suelo estar siempre de mal humor, sin hablar y sin compartir mis cosas con nadie, sin reír… Hasta hoy. Volver a ver a Christian ha sido… Y bueno, para qué negarlo, Patricia…
Una sonrisa vino a mi cara sin quererlo.
En ese momento entró Scootter. [Sí, tiene la llave de todas mis habitaciones de hotel, a veces no le abro la puerta;)]
Scootter me miró extrañado.
Scootter: Vaya, Justin sonriendo, eso sí que no me lo esperaba.
Me incorporé.
Scootter: Bueno, como supongo que ya no querrás quedarte más tiempo aquí en Georgia, he encargado unos billetes de avión para Ontario, ya he hablado con tu padre…
Yo: Me quiero quedar.--- le interrumpí.
Scootter: He cancelado todo lo que tienes para este mes, es decir, tiene un mes libre, sin nada.--- no me escuchó y siguió hablando mientras toqueteaba todo y se movía de un lado a otro de la habitación.
Yo:¡Scootter, calla! Me quiero quedar.
Scootter se calló de golpe y me miró asombrado.
Scootter: ¿Qué?--- dijo sin salir de su asombro.
Yo: Que me quiero quedar. Mañana volveré al hospital.

Capitulo 2. ~You've made me who I am~


[De repente se abrió la puerta de la habitación bruscamente y entró un chico en silla de ruedas riéndose sin parar.
- Dios Patricia, lo que te has perdido. Hemos cogido la bata del amargado del enfer... --- paró de hablar y se quedó mirándome fijamente.
Me fijé mejor en él... Dios, no podía ser.]
Yo: ¿Christian? --- me levanté de la silla.
Christian: ¡Tío!
Fui corriendo hacia él y le abracé. Llevaba más de un año sin verle, sin saber nada de él.
Yo: ¿Qué haces aquí? ¿Qué ha pasado?
Christian: Pues mira... un accidente de coche. Estoy en silla de ruedas temporalmente. ¿Y tú qué haces aquí? Llevo sin verte desde... desde que pasó eso... --- agachó la cabeza.
Yo: Ya ves... Pues estoy aquí por cosas de Scooter. La imagen y todo eso...
Ya, ya.. ahora os explicaré qué es "eso" que pasó. Todo a su tiempo.
Christian: ¿Ya conoces a Patricia?--- la miró y se le iluminó la cara.
Me giré para mirarla y nos observaba con una gran sonrisa.
Patricia: Sí, acabo de conocer a la superestrella.
Yo: Ñé ¬¬ ¿superestrella? Querrás decir súper súper estrella 
Patricia: Bájate los humos 
Yo: No soy una chimenea, no tengo humos.
Patricia: Si te quemo el pelo lo tendrás.
Christian: Justin, ríndete. Patricia te va a contestar a todo lo que le digas. Sé de lo que hablo.
Patricia me miraba desafiante, esperando una respuesta.
Yo: Mejor no, enana 
Christian: Oh, dios..
Patricia me miró con los ojos como platos.
Patricia: Oh, claro.. Soy una enana. Pues entonces entiendo que no queráis estar conmigo. Querréis estar solos hablando de cosas de "mayores", como de cuantos pokemon lleváis atrapados o del último episodio de Gormiti. Así que mejor me voy.--- se levantó de su cama y se dirigió a la puerta.
Yo me adelanté y me interpuse entre ella y la puerta.
Yo: Eres demasiado picada, ¿no crees?
Patricia: No, no creo. Ahora si me permites me voy.--- intentó apartarme.
Yo: No, quédate.--- me mordí el labio. No fue por nada en especial, me suele salir solo.
Patricia: No, no me quedo.--- me pellizcó.
Hice como que no me dolió, pero en realidad me estaba jodiendo vivo.
Yo: ¿Eso es todo lo que tienes?
Patricia rió con su maravillosa risa, y si algo me gustaba a mí, eran las sonrisas bonitas, y ella la tenía.
Hizo un amago de morderme, pero fui rápido y le cogí de los brazos obligándole a apartarse.
Yo: No vas a salir, hazte a la idea.--- le guiñé el ojo.
De repente abrieron la puerta, hecho que, al estar yo apoyado en ella, hizo que me cayera de espaldas.
Patricia pasó por encima de mí y salió al pasillo.
Patricia: Ya, ya me voy haciendo la idea.--- me devolvió el guiño.
Me quedé tirado en el suelo observando como Patricia se alejaba por el pasillo. Nunca había visto una chica así, tan descarada.
....: Ejem... ¿Justin?
Miré hacia arriba y me encontré a la persona que había abierto la puerta, Scooter.
Yo: Ey.--- me levanté del suelo y me sacudí las pisadas de Patricia.
Scooter: ¿Nos vamos?
Yo: Claro.--- me acerqué a Christian. --- Nos mantendremos en contacto, ¿no?
Christian miraba al suelo.
Christian: Sí, claro. --- sonrió un poco bastante falso. --- Toma mi número.
Nos intercambiamos los números de teléfono e hicimos nuestro antiguo saludo. Qué tiempos aquellos. 
Salí de la habitación acompañado de Scooter y volví a ponerme la capucha y esas estúpidas gafas de sol antes de salir del edificio. Subimos en la furgoneta que esperaba fuera y fuimos otra vez hacia el hotel. Sonó mi móvil.... Oh, no.
#Conversación telefónica#
Yo: Hola..
Selena: Hola mi amooooorr ¿Qué tal te va por Georgia?
Yo: Bien... --- pasó por mi cabeza Patricia, seguida de Christian.--- Muy bien.
Selena: Me alegro mi corazoncito. ¿Me echarás mucho de menos, no?
Yo: --- miré hacia el techo del coche--- Sí, claro que sí...--- dije sin ganas.
Selena: ¿Te pasa algo cosita?
Yo: No, nada. Te dejo, que tengo que hacer unas cosas... --- le colgué.
Arg, no la aguantaba. Y ella era el motivo de muchos de los problemas que actualmente tengo y que ahora os contaré.
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Capítulo 2:) Mañana subiré el 3. ¿Podríais recomendarme? No tengo muchas lectoras :/

Capitulo 1. ~You've made me who I am~

- ¡Prepárate ya! ¡No quiero volver a repetírtelo! --- gritó Scooter levantando los brazos.
- ¡No pienso ir!--- dije tirándome en la cama y poniéndome la almohada en la cabeza.
-Justin, no te lo voy a volver a repetir. Te quiero ver en dos minutos en la recepción del hotel. --- se dirigió a la puerta y cerró de un portazo.
Dejé escapar un grito de rabia a la vez que presionaba la almohada contra mi cara. Estaba harto, HARTO. Harto de la fama, de la gente, de mi imagen. Harto de estar de hotel en hotel, de no poder ver a tu familia y amigos todos los días. Harto de mi novia.
Decidí levantarme de la cama y empecé a vestirme con desgana. Cogí lo primero que pillé, me daba igual cómo se pusiese Scooter al verme. Últimamente se pasaba el día diciéndome que era un maleducado, que la fama se me había subido a la cabeza y cosas por el estilo. Por un oído me entraban y por el otro me salían. ¿Quién mejor que yo para saber que seguía siendo el mismo? Precisamente era eso lo que pasaba, que era un chico normal y no me dejaban serlo.
Salí de mi habitación con cara larga y seguí todo lo que me quedaba de trayecto con esa cara. Antes de salir del ascensor, me puse mis gafas de sol. Qué estupidez, me iban a reconocer igual. A lo lejos vi a Scooter hablando con Kenny y con mi madre. En cuanto di un paso, todos se giraron. La cara de Scooter fue un poema. Me miraba con asco, y eso me encantaba, adoraba picarle, y no había mejor forma de picarle que con mi imagen. Agaché la cabeza y dejé escapar una pequeña risita. Enseguida la volví a levantar para seguir viendo las caras. Scooter tenía las manos en la cabeza; Kenny me miraba con aire divertido, él sí que me comprendía y sabía que lo hacía para picar a Scooter; y mi madre... a mi madre la miré la última porque sabía que me iba a estar mirando con esa cara... sí, esa cara de "Justin, haz lo que te de la gana, pero a mí no me hables." Me la solía poner a menudo.
- Justin, no sé qué pretendes, pero eres muuuuy egoísta. ¿Tú sabes todo lo que hacemos todos para que tú tengas lo mejor, para que tengas una buena imagen, para que estés donde estás ahora? ¿Lo sabes? ¿Quieres tirar toda tu carrera? ¿Quieres que me vaya? Porque lo parece de verdad. Eres muy desagradecido y no estoy dispuesto a que con tus tonterías lo eches todo a perder. ¿Qué te pasa, Justin? ¿Por qué nos estás haciendo esto?
Yo me callé. No quería hablar, porque sabía que Scooter tenía toda la razón. Pero soy muy orgulloso, ahora y antes, así que no iba a reconocer mi error. Empecé a andar para delante y me metí en la limusina que había delante del hotel e intenté contener mis lágrimas. Ellos entraron detrás de mí y supieron que no tenían que hablar más si no querían que montase el numerito. En ese aspecto era un mimado y un mal criado, y lo odiaba.
La limusina empezó su recorrido. Scooter sabía que no iba a ir vestido adecuadamente, así que se había traído ropa de recambio. Yo accedí a cambiarme, la verdad es que yo tampoco me sentía a gusto vestido así.
Llegamos a nuestro destino. Y vosotros os diréis, ¿qué sitio será ese al que este tío no quiere ir por nada del mundo? Pues el hospital. Y no, no es que no quiera ir, es que, como he dicho antes, estoy cansado de estar todos los días yendo de un sitio a otro solo para darme una imagen de niño bueno. Y no es que me entusiasme ir a visitar a todos esos niños enfermos, ver lo mal que lo están pasando y tener que sonreír para contagiarles tu felicidad cuando lo único que quieres hacer es llorar por verles así. Pero es lo que hay, esta es mi vida.
Entramos adentro y enseguida vinieron unas enfermeras a llevarnos con los niños. Antes de entrar en la primera habitación, Scooter, Kenny y mi madre se fueron al sitio donde haría mi concierto dejándome solo. Al principio me opuse, pero acabé accediendo. Entré en la habitación lentamente. Allí se encontraban unos niños de unos 4 años de edad que saltaron de la cama nada más verme y vinieron a abrazarme. La niña se llamaba Nicole y no tenía pelo a causa de un cáncer. El niño era Nick y un poco más de lo mismo de Nicole. No sabían quién era yo, pero estaban felices porque había ido a jugar con ellos. Al cabo de un rato me despedí de ellos y salí de esa habitación con lágrimas en los ojos. En las siguientes era el mismo panorama. Niños de 4, 5, 6 y como mucho 7 años contentos de que un chico fuese a pasar el rato con ellos. No podía evitar salir llorando de cada una de las habitaciones.
Llegué a la última habitación. Bien, la úlltima, que bien sonaba. Me sequé las lágrimas y puse una sonrisa. Abrí la puerta lentamente y asomé la cabeza. Volví a cerrar la puerta de golpe. No me esperaba para nada ver lo que había ahí dentro. Volví a abrir la puerta y me quedé observándola. Era preciosa. Tenía el cabello rubio, unos increíbles ojos verdes y unos maravillosos labios.
-¿Se puede saber qué te pasa?--- preguntó.
Yo me quedé embobado mirando sus labios
-Chico --- puso cara extraña y movió su brazo para que reaccionara.--- ¿Te has equivocado de habitación o algo?
- ¿Qué? Eh, no. Soy Justin, Justin Bieber. Vengo de visita. --- me acerqué a ella para estrecharle la mano.
Ella tocó mi mano suavemente y sonrió. Sentí morir. Me puse nervioso y le apreté más la mano. Ella lo notó y rió fuertemente. Sus dientes, sus perfectos dientes. Su risa, su perfecta risa.
-Me suenas, chico. Yo soy Patricia, Patricia Sayher.--- sonrió.--- ¿Qué haces aquí?
-Ya lo he dicho; de visita. Mi mánager se empeña en que haga estas cosas.
- Espera, espera. ¡Tú cantas! Eres ese chico de la tele.
-Chica lista--- le guiñé un ojo y me senté en una silla al lado de su cama.
- Es que llevo como un año metida en este maldito hospital y no me entero de nada de nada.
-¿Un año? Eso es mucho. ¿Qué tienes: dieciséis, diecisiete..?
- Tengo quince años.
-¿En serio? Pareces mayor.
Volvió a reír fuertemente. Me contagió la risa.
De repente se abrió la puerta de la habitación bruscamente y entró un chico en silla de ruedas riéndose sin parar.
- Dios Patricia, lo que te has perdido. Hemos cogido la bata del amargado del enfer... --- paró de hablar y se quedó mirándome fijamente.
Me fijé mejor en él... Dios, no podía ser.

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Primer capítulo de la novela, pedid el siguiente:)

sábado, 16 de julio de 2011

Hola amores;)

Bueno, este va a ser el blog donde publique los capítulos de mi novela sobre Justin y una chica llamada Patricia.
Justin Bieber está pasando una mala racha en su vida. La fama se ha apoderado de él y todo el mundo dice que ha cambiado. Todo cambia cuando encuentra a su amigo de la infancia y, bueno.., a Patricia, para qué negarlo.
También podéis leer esta novela en tuenti: Patricia Bieeber.
Podéis encontrarme en twitter (sigo siempre de vuelta): http://twitter.com/#!/PatriciiaBieber
También tengo otra novela que podéis encontrar aquí: http://estamos-juntos-en-esto.blogspot.com/
Y estas son unas recomendaciones de otras novelas, son flipantes:
http://siempretuyajuliette23.blogspot.com/
http://neverletyougoromi.blogspot.com/